El TITANIC era el segundo de un trío de transatlánticos conocidos como clase Olympic. El Titanic fue, en su tiempo, el barco de pasajeros más grande y lujoso del mundo.
El 10 de abril de 1912, el Titanic inició su viaje inaugural partiendo desde Southampton (Inglaterra) con destino a Cherburgo, Queenstown, y finalmente a Nueva York. Cuatro días más tarde, a las 23:40 del 14 de abril, el buque chocó con un iceberg al sur de las costas de Terranova, y se hundió en las frías aguas a las 2:20 de la mañana del 15 de abril. El siniestro terminó con la muerte de 1.517 personas, convirtiéndose en el peor desastre marítimo en el mundo. El Titanic fue conducido por el capitán Smith de 62 años, quien a su regreso se jubilaría.
NUEVAS TEORÍAS SOBRE SU HUNDIMIENTO
Después de un siglo que incluyó dos investigaciones del gobierno e innumerables libros y películas, todavía estamos debatiendo lo que realmente causó que el Titanic golpease un iceberg y se hundiese en una noche fría y despejada.
Una de las nuevas teorías dice que el barco pudo ser víctima de un espejismo similar al que la gente ve en el desierto. Es la idea del historiador Tim Maltin, autor de tres libros sobre el Titanic. "No hay error humano inevitable", dijo Maltin. "Sólo se trata de cambios en la densidad del aire". Era una bella y clara noche, y por un par de días estuvo ocurriendo algo extraño en el aire sobre el Atlántico Norte que fue reportado por todo tipo de embarcaciones, incluyendo la tripulación del Titanic, dijo.
El inusual aire frío del mar hizo que la luz se inclinara anormalmente, agregó Maltin. William McMaster Murdoch, primer oficial en el Titanic, vio "como una bruma en el horizonte y que el iceberg salió de la neblina", relató Maltin, citando el testimonio del segundo oficial, quien sobrevivió.
Por su parte, los físicos Donald Olson y Russell Doescher, de la Universidad Estatal de Texas, tienen otra teoría que publicaron en la revista Sky&Telescope y que encaja bien en la de Maltin. Olson dijo que unos meses antes la Luna, el Sol y la Tierra se alinearon en una forma que aumentó la fuerza de las mareas. El planeta estaba más cerca de la Luna de lo que había estado en 1.400 años.
Las inusuales mareas hicieron que los glaciares soltaran grandes témpanos de hielo de Groenlandia. Estos icebergs que se dirigían hacia el sur se detuvieron cerca de Labrador y Terranova, pero luego volvieron a moverse hacia el sur, flotando hacia las rutas de navegación justo a tiempo para recibir al Titanic, según la teoría de los astrónomos.
"Lo básico del Titanic no está en duda: el barco iba demasiado rápido en aguas peligrosas", añadió el experto Lee Clarke. Si se hubiera detenido en la noche por el hielo, como lo hizo el británico Californian, "no hubieran importado las mareas ni los espejismos".
El 14 de abril de 1912, el día que golpeó el iceberg, el Titanic recibió siete advertencias de fuerte presencia de hielo, incluida una del Californian una hora antes de la fatal colisión. El mensaje decía: "Estamos detenidos y rodeados de hielo". El Titanic respondió "Silencio. Estamos ocupados".
TRES PERROS LOGRARON SALVARSE
Nadie conocía que tres de los 12 perros que viajaron en el Titanic lograron sobrevivir. Al cumplirse el centenario de esta tragedia, la Widener University Art Gallery de Pensilvania presentó una exposición fotográfica dedicada exclusivamente a los canes que viajaron en el famoso crucero y que lograron sobrevivir a las gélidas temperaturas del Océano Atlántico.
Según el historiador J. José Edgette, los perros que se salvaron eran muy pequeños, lo que no significó un problema para sus dueños en llevarlos en los brazos y subirlos a las balsas salvavidas. Manifestó que dos de los perros sobrevivientes eran de raza Pomeranians, y al ser muy pequeños, sus amos pudo envolverlos como si fuera un bebé para que ningún miembro de la tripulación lo notase.
El otro perro que se salvó era un Pekinés llamado Sun Yat-sen, que pertenecía a la familia Harper de la firma editorial de Nueva York, Harper & Row.
El historiador contó, además, que el privilegio de llevar mascotas a bordo sólo era de los pasajeros de primera clase, quienes en algunos casos, se daban el lujo de obtener pólizas de seguro para sus animales. “La tripulación fue muy respetuosa y a los pasajeros de primera clase se les dio lo que querían para mantenerlos contentos”, agregó.
También contó la historia de Ann Elizabeth Isham, de 50 años, quien llevó a su perro, un Gran Danés, a viajar con ella en el Titanic. Durante el hundimiento, la mujer escapó en un bote con su perro, pero que por su tamaño era imposible que sea salvado. Luego de algunos días al naufragio, testigos indican que encontraron el cuerpo de la pasajera aferrada a la de su amigo can, ambos sin vida.
LA ULTIMA SUPERVIVIENTE DEL TITANIC
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