Las ciencias de la salud están super desarrolladas en Cuba, una prueba de esto es que la primera vacuna contra el cancer de pulmón en la historia mundial ya fue aprobada para su comercialización en la Isla. En momentos en que la Organización Mundial de la Salud llama la atención en torno al dramático hecho de que el consumo de tabaco mata a más cinco millones de personas cada año, cifra que podrá elevarse a 8 millones para el 2030, Cuba da a conocer la alentadora noticia de haber desarrollado la primera vacuna terapéutica del mundo contra el cáncer de pulmón, uno de los más frecuentes a nivel mundial y el de mayor incidencia entre los fumadores.
Ensayos clínicos exitosos prueban la eficacia del fármaco, que se comercializará en la Isla con el nombre de Cimavax-EGF, gracias a la paciente labor de investigadores del Centro de Inmunología Molecular de La Habana, quienes ya valoran usar el mismo principio del medicamento en el tratamiento de otras enfermedades oncológicas.
Difundidas por el semanario local Trabajadores, declaraciones de Gisela González, responsable del proyecto, dan cuenta que el medicamento no puede prevenir la enfermedad, pero mejora considerablemente el estado de los pacientes graves, es decir, ofrece la posibilidad de convertir el cáncer avanzado en una enfermedad crónica controlable.
La vacuna no previene la enfermedad pero mejora el estado de los pacientes graves. El tratamiento con Cimavax-EGF está desarrollado para los pacientes que se han sometido a quimioterapia o radioterapia y son considerados terminales sin alternativa terapéutica. Cimavax-EGF ayuda a controlar el crecimiento del tumor sin toxicidad asociada y aumenta la expectativa y la calidad de vida de los enfermos con estos tumores.
Según explicó la directora del proyecto, Gisela González, el fármaco "ofrece la posibilidad de convertir el cáncer avanzado en una enfermedad crónica controlable, en tanto genera anticuerpos contra las proteínas desencadenantes del descontrol en los procesos de proliferación celular".
La OMS ha apuntado que el cáncer de pulmón es una de las enfermedades más graves y uno de los cánceres con mayor incidencia en el ser humano, responsable de altos índices de mortalidad oncológica a escala mundial, con más de un millón de decesos anualmente. Entre los más afectados se encuentran los mayores de 50 años con antecedentes de tabaquismo y personas expuestas a la exposición al humo del tabaco -téngase en cuenta que 600 000 fumadores pasivos mueren en el mundo cada año- y las emisiones de transporte o ciertas industrias.
Ensayos clínicos exitosos prueban la eficacia del fármaco, que se comercializará en la Isla con el nombre de Cimavax-EGF, gracias a la paciente labor de investigadores del Centro de Inmunología Molecular de La Habana, quienes ya valoran usar el mismo principio del medicamento en el tratamiento de otras enfermedades oncológicas.
Difundidas por el semanario local Trabajadores, declaraciones de Gisela González, responsable del proyecto, dan cuenta que el medicamento no puede prevenir la enfermedad, pero mejora considerablemente el estado de los pacientes graves, es decir, ofrece la posibilidad de convertir el cáncer avanzado en una enfermedad crónica controlable.
La vacuna no previene la enfermedad pero mejora el estado de los pacientes graves. El tratamiento con Cimavax-EGF está desarrollado para los pacientes que se han sometido a quimioterapia o radioterapia y son considerados terminales sin alternativa terapéutica. Cimavax-EGF ayuda a controlar el crecimiento del tumor sin toxicidad asociada y aumenta la expectativa y la calidad de vida de los enfermos con estos tumores.
Según explicó la directora del proyecto, Gisela González, el fármaco "ofrece la posibilidad de convertir el cáncer avanzado en una enfermedad crónica controlable, en tanto genera anticuerpos contra las proteínas desencadenantes del descontrol en los procesos de proliferación celular".
La OMS ha apuntado que el cáncer de pulmón es una de las enfermedades más graves y uno de los cánceres con mayor incidencia en el ser humano, responsable de altos índices de mortalidad oncológica a escala mundial, con más de un millón de decesos anualmente. Entre los más afectados se encuentran los mayores de 50 años con antecedentes de tabaquismo y personas expuestas a la exposición al humo del tabaco -téngase en cuenta que 600 000 fumadores pasivos mueren en el mundo cada año- y las emisiones de transporte o ciertas industrias.
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