martes, 26 de abril de 2011

DIA INTERNACIONAL DEL TRABAJO

El 1 de mayo recordamos el Día Internacional de los Trabajadores, en homenaje a todos los hombres y mujeres que con esfuerzo, logran con su labor cotidiana, fortalecer el espíritu, y sentirse digno ante la familia y la sociedad en la que se inserta.

A mitad del Siglo XIX, con el rápido avance industrial, creció mucho la masa trabajadora de hombres y mujeres. El gran desarrollo del proletariado originó que se produjera el abuso de los empresarios contra los obreros, a quienes les hacían trabajar doce, hasta quince y veinte horas diarias, lo que produjo el justificado reclamo de los trabajadores, produciéndose enfrentamientos, agitaciones y luchas entre ambos sectores.

Los trabajadores lograron agruparse en sindicatos para defender sus derechos y lograr mejoras en su labor. En noviembre de 1884 se celebró en Chicago el IV Congreso de la American Federation of Labor. En dicho Congreso se propuso que a partir del 1º de mayo de 1886 se obligara al sector patronal estadounidense a respetar la jornada de ocho horas, y si no, se iría a la huelga, con mítines y concentraciones obreras.

Gracias a la incansable lucha del trabajador mecánico Ira Steward, en 1886, el Presidente de los Estados Unidos Andrew Johnson había promulgado la llamada Ley Ingersoll, estableciendo las 8 horas de trabajo diarias. Sin embargo, los grupos de poder se negaron a acatarla.

Como esta Ley no se cumplió, las organizaciones laborales y sindicales de USA comenzaron a luchar por su cumplimiento. Los trabajdores deciden El 1º de mayo de 1886 irse a la huelga. Los obreros unidos exclamaban: "A partir de hoy, sólo ocho horas diarias; ni una más". 350.000 trabajadores organizados, paralizaron el país productivo, con más de cinco mil huelgas. El resultado fue exitoso para la masa obrera en todos lados, menos en Chicago.

El Chicago Tribune, según detallan las crónicas, publicó: «El plomo es la mejor alimentación de los huelguistas», los empresarios pedían para éstos prisión y trabajos forzados como «la única solución posible a la cuestión social».

Los enfrentamientos de los trabajadores de la fábrica McCormik llevaban más de dos meses de agitaciones, con los patrones y delincuentes rompehuelgas contratados por los dueños de la industrias. El 1º de mayo de 1886 el choque fue violento. Al día siguiente intervino la policía para dispersar a más de 50.000 manifestantes. El 4 de mayo se congregaron los obreros frente a la McCormik.

La movilización de los obreros fue salvajemente rechazada por la policía y hubo 6 muertos y numerosos heridos. Se realizó un mitin en la Plaza Haymarket, donde los más destacados dirigentes sindicales harían uso de la palabra. En pleno acto, la policía recibió órdenes de dispersar a los asistentes. Una bomba estalló cerca de las fuerzas policiales, con un saldo de seis policías muertos, lo que provocó una reacción mayor de las fuerzas policiales que atacaron despiadadamente con un resultado de 38 muertos y 115 heridos. Luego de este hecho, varios Obreros dirigentes fueron condenados a muerte, azuzados por los gobernantes en complicidad con los empresarios.


TRABAJADORES MARTIRES
El 11 de noviembre de 1887, acusados por falsos testigos,se consumó la ejecución de los dirigentes: Georg Engel, Adolf Fischer, Albert Parsons, Hessois Auguste Spies, Louis Linng.

Georg Engel (alemán, 50 años, tipógrafo). No tuvieron contacto con él.
Adolf Fischer (alemán, 30 años, periodista): «Solamente tengo que protestar contra la pena de muerte que me imponen porque no he cometido crimen alguno... pero si he de ser ahorcado por profesar mis ideas anarquistas, por mi amor a la libertad, a la igualdad y a la fraternidad, entonces no tengo inconveniente. Lo digo bien alto: dispongan de mi vida».
Albert Parsons (estadounidense, 39 años, periodista, esposo de la mexicana Lucy González Parsons, aunque se probó que no estuvo presente en el lugar, se entregó para estar con sus compañeros y fue juzgado igualmente): «El principio fundamental de la anarquía es la abolición del salario y la sustitución del actual sistema industrial y autoritario por un sistema de libre cooperación universal, el único que puede resolver el conflicto que se prepara. La sociedad actual sólo vive por medio de la represión, y nosotros hemos aconsejado una revolución social de los trabajadores contra este sistema de fuerza. Si voy a ser ahorcado por mis ideas anarquistas, está bien: mátenme".
Hessois Auguste Spies (alemán, 31 años, periodista): "Honorable juez, mi defensa es su propia acusación, mis pretendidos crímenes son su historia. [...] Puede sentenciarme, pero al menos que se sepa que en el estado de Illinois ocho hombres fueron sentenciados por no perder la fe en el último triunfo de la libertad y la justicia».
Louis Linng (alemán, 22 años, carpintero) para no ser ejecutado se suicidó en su propia celda: «No, no es por un crimen por lo que nos condenan a muerte, es por lo que aquí se ha dicho en todos los tonos: nos condenan a muerte por la anarquía, y puesto que se nos condena por nuestros principios, yo grito bien fuerte: ¡soy anarquista! Los desprecio, desprecio su orden, sus leyes, su fuerza, su autoridad. ¡Ahórquenme!».
RELATO DE LA EJECUCION por José Martí, corresponsal en Chicago del periódico La Nación de Buenos Aires:
«...salen de sus celdas. Se dan la mano, sonríen. Les leen la sentencia, les sujetan las manos por la espalda con esposas, les ciñen los brazos al cuerpo con una faja de cuero y les ponen una mortaja blanca como la túnica de los catecúmenos cristianos. Abajo está la concurrencia, sentada en hilera de sillas delante del cadalso como en un teatro... Firmeza en el rostro de Fischer, plegaria en el de Spies, orgullo en el del Parsons, Engel hace un chiste a propósito de su capucha, Spies grita: "la voz que vais a sofocar será más poderosa en el futuro que cuantas palabras pudiera yo decir ahora». Les bajan las capuchas, luego una seña, un ruido, la trampa cede, los cuatro cuerpos caen y se balancean en una danza espantable...».

MILES DE TRABAJADORES FUERON detenidos, procesados y torturados. La mayoría eran inmigrantes: italianos, españoles, alemanes, rusos, irlandeses, judíos, polacos y eslavos.

Cuarenta años después, serían condenados otros dos inmigrantes: los italianos Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti, a quienes se les llamó los Mártires de Boston.

En 1954 el papa católico Pío XII apoyó tácitamente esta jornada de memoria colectiva al declararla como festividad de San José Obrero. A lo largo del siglo XX, los progresos laborales se fueron acrecentando con leyes para los trabajadores, para otorgarles derechos de respeto, retribución y amparo social.
Sin embargo, desde los últimos años los progresos logrados para los trabajadores han ido retrocediendo poco a poco en el Perú y en algunos paises del mundo, bajo la influjo del neoliberalismo, los empresarios en complicidad con los gobernantes han dejando de lado nuevamente los derechos de los trabajadores.


En la actualidad, los países democráticos celebran el 1º de mayo como el origen de movimiento obrero. Estados Unidos es el único país importante del mundo que no lo recuerda: Hasta la fecha no hay ninguna placa ni monumento recordatorio.


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